Como explicábamos en un post anterior, el segundo de los tres grupos de público objetivo al que debemos dirigir nuestro mailing postal, es el de las personas o empresas que ya se han interesado por tus productos en alguna ocasión, pero que aún no se han decidido a comprar.

Cada vez que alguien contacte con tu empresa para solicitar información de los productos o servicios, intenta conseguir su información de contacto. Si haces de esto una regla, con el tiempo conseguirás una gran base de datos de clientes potenciales que están interesados en tus productos o servicios.  Esta información es clave para tus futuras campañas de marketing. Convertir esos clientes potenciales en clientes es el objetivo.

 

Debes tener un sistema establecido para conseguir los datos de ese potencial cliente. Esto es muy importante porque, raras veces se consigue un cliente en el primer contacto. Para recoger y posteriormente analizar esos datos, lo mejor es tener siempre a mano un formulario para nuevos clientes.

 

Formulario de contacto

Antes de realizar el formulario, piensa qué datos necesitas, por ejemplo: nombre y apellidos, dirección, email, teléfono, etc. Incluye cualquier otro dato que consideres relevante para realizar las campañas de marketing, tales como cómo te localizaron, etc.

 

Pide a tu departamento de atención al cliente que los utilice y luego los pase al departamento comercial o de marketing.

 

Tu página web

Otra manera de conseguir que la base de datos de clientes potenciales crezca, es recoger la información a través formularios en tu página web. 

 

Si ves que la gente que consulta la web es reacia a rellenar un formulario para dar sus datos, ofréceles algo a cambio: una muestra gratuita, un contenido exclusivo, participar en algún sorteo, etc.

 

Tu campaña de mailing postal

Y ahora ya puedes realizar el mailing postal para intentar conseguir convertirlos en clientes de tu negocio: recuérdales los servicios, ofréceles un descuento especial o un regalo para su primera compra, hazles una oferta atractiva por un tiempo limitado, señala las ventajas de tu producto respecto a los de tu competencia, etc.

 

Cuanta más información hayas recogido en el formulario sobre sus gustos, hábitos de compra, etc., más fácil te será preparar un mailing personalizado para cada destinatario, adaptándote a sus gustos y necesidades. Recuerda que ya están interesados en el producto, tu mailing debe estar orientado a darles un último empujoncito.