El dicho “Una imagen vale más que mil palabras” es especialmente cierto cuando hablamos de diseñar un mailing postal.

El diseño del mailing es lo más importante después de la base de datos. Una baja calidad del diseño afectará negativamente a los resultados de la campaña.

Hay 6 partes imprescindibles que tu mailing debe tener si quieres asegurar la respuesta de tus clientes:

1.- Un mensaje central:

Sencillo, claro y destacado del resto del texto. Lo suficientemente atractivo para animar al destinario a seguir leyendo. Si lo primero que atrae tu mirada no es el mensaje central, cambiar el color, la fuente o el tamaño puede ayudarte a destacarlo.

2.- Una imagen:

Que sea fácil de entender y subraye el significado del mensaje central. Elige una imagen atractiva, salvo que quieras conseguir un efecto negativo concreto.

4.- Un texto bien estructurado:

Un diseño con mucho texto puede resultar muy cargado y desanimar a su lectura. Aligéralo con párrafos y subtítulos.

5.- Ventajas:

No te limites a exponer las características de tu producto. Cuenta a tu cliente las ventajas que conseguirá con tu producto y hazle una oferta que le anime a probarlo.

6.- Tus datos:

Nombre, dirección, logo, teléfono, email… Cuantos más datos tuyos aparezcan, más fácil serás de contactar. Además generas más confianza al transmitir una imagen de empresa asentada. Una página web de aterrizaje especial para tu mailing ayudará a centrar al cliente en tu oferta sin tener que buscar por tu página lo que le interesa.